No voy a convencerte de seguir con este camino a ninguna parte,
todo intento de venderte estar aquí
sería como tachar todo valor de un tesoro incalculable.
No sé que dejaste de ver en mí
porque nunca supe qué viste en esta alma frankenstein.
No voy a convencernos de necesitarnos,
de jurar eternidades minúsculas
o pervertir aún más nuestros frágiles deseos.
Sí que quiero disuadir tu espíritu de buscar futuros ciertos,
de calcular ecuaciones de humo y niebla,
de buscar patas a miles de gatos ciegos,
de esculpirme inocente,
porque soy culpable aunque me absuelva rigurosamente
en cada sentencia de tu tacto.
Te convencería de planear tu lencería aunque sea sólo para ti.
De quitar tildes deliberadamente a palabras del verso antecesor.
Buscar cumplir tus propias órdenes y que te hagan chorrear.
No voy a convencerte de mí ni de esto.
Te convencería de ti,
que acariciaras tu barba
y no tanto el gélido amor de mis abrazos y distancias.
12feb2021
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