Buena Función


Esa pernición a la que sucumbes
y te hace llorar entre tus máquinas de andar.

No viene a mí la compasión de aminorar
el castigo de bomba repetitivamente obsesivo,
ni a mí, ni a ti tampoco.

No importa desgastarme;
no importa limarme, lijarme contigo.
Pulirte sutilmente con variaciones hora imperceptibles,
hora teatrales.
Hasta encontrarte genial en el instante
en el que ahogas un ¡ahí!
y cautivas al público que ve y escribe
con pluma (no tan pluma) que gusta esperar
antes de exalar su tinta.

¡Buena función!



Foto Burki