Este dormitorio sin ventanas y noche estrellada.
Brillan brevemente las motas de polvo suspendido,
como enanísimas blancas,
a causa del calor que desprende tu sueño.
Tu sudor riega mis desiertos
y crece moho rubio en la almohada
para acariciarte casi transparente tus mejillas y mi espalda.
Esta vigilia por verte dormir
y tus espasmos repentinos por abrazarte,
como si se te escaparan colibríes,
a mi pecho hipertrofiado de gratitud.
Esta vigilia que estudia tu respiración,
recoloca tu pelo,
vigila el frío en tus destapes.
Me juego mis juguetes
a que sueñas con calimas viscerales,
días de playa y sofoco
y compites contra cualquier sol valiente
para ver quién brilla más que tú.
Cómo si no este verano entre las sábanas.
Esta vigilia es una sauna de alegría,
un unboxing, una página pasada,
un nos estorba el aire entre los dos.
Esta vigilia es mi consciencia
diciéndome sé consciente.
Así que ando de puntillas
para protegerte del ruido del mundo.
¿Cómo brilla la oscuridad?
Esta vigilia es mi compromiso.
Fotografía Fernand Fonssagrives
15oct24
No hay comentarios:
Publicar un comentario