Todos arrastramos cojeras y virtudes.
No me compete juzgar
ni siquiera en reflexivo.
Éstas son las cartas
y aspiro a jugar indefinidamente este aire.
Dar saltos mortales,
morir en las profundidades,
mirar siempre por primera vez,
limpiar las heridas del pasado,
dar aliento a pulmones entumecidos.
Brindaré con agua de lluvia,
mis fuegos artificiales serán
los días de sol y sal,
la piñata será descubrir corazones nuevos,
la música a todo volumen
serán las risas de vinilo.
Mi garantía seré yo y un día más.
Daré abrigo con mis abrazos
y consuelo con mi presencia y teléfono.
Qué fortuna descubrirme a media vida.
Yo no era quien era.
Lo sabía a ciencia cierta y arte inquieto
pero no lo podía demostrar.
Hoy soy mi anhelo y mi seguir,
y mi aceptación,
y mi tragedia minúscula.
Mi felicidad cada vez más constante y technicolor.
Fotografía Yulia Gorodinski
18abr24
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