Romper con el silencio enjuto
para darte un silencio visceral
para desearte bien, más bien.
Un cansancio aburrido de luchar contra,
en principio,
no saber encajar los abrazos.
Y al final clarificar
una real lucha contra un ego desenfocado.
Me rindo a mí sin dejar de lucharme.
Cambio los motivos del avance,
las estrategias y hago nacer
una inspiración de gracias por todo.
Las barreras, fronteras, parapetos y trincheras
forradas de aguijones metálicos
de un miedo al sufrimiento
brotan alveolos
de chupetes de fresa sin azúcares añadidos.
Respiran y se ensanchan al son
de mi aire agradecido.
Camino con simplicidad
y voy notando el olor a fresa
exhalado desde mi alegría agradecida
cuando encuentro otro clip
en el suelo de en mitad de la nada
que me recuerda que ya lo sé,
sé que todo va a ir bien.
Fotografía Kilian Schoenberger
27ene24
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