Robaste su sabor y no hay sabor.
Ahora tragas tu propio brazo
para tratar de agarrar de tu estómago
las palabras propias que colorean tu inquietud.
Nunca hubo vuelta a atrás.
El caos llama a las puertas,
es paciente e inquebrantable.
Irreductible y feroz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario