Yo no espero más que lo que te espero
y de esperar a odiarte me contengo
como si fuera puro sortilegio
que por amarte me declaro enfermo.
Te siento, sólo porque a ti te quiero,
tan cerca de mi centro, como un espejo,
como si fuera un vendaval eterno,
querer sin tener que convierte en sueño.
Posiblemente pierda luz el fuego,
su ceniza y mi amor como recuerdo
y el dolor al fin como sosiego.
Por morir que no sea, pues muero entero
de vivir sediento este amor bisiesto,
No hay comentarios:
Publicar un comentario